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Como no podía ser de otra manera los balances de fin de año van intrínsecos en estas fechas. Por lo general uno comienza el año con muchos proyectos y distintos tipos de listas. Listas que marcan los puntos que debemos cumplir para poder tener un año provechoso.

Por desgracia la mayoría de estas listas funcionan notablemente bien en nuestro imaginario… Pero la mayoría de las veces se dan de narices contra la realidad.

No deja de sorprenderme como un plan que en nuestra mente funciona extraordinariamente bien (estructurado y muy prolijo) al ser ejecutado en la realidad cruje y golpetea como una cadena de engranajes mal regulada y sin ningún tipo de lubricación.

Contando un poco mi experiencia durante este año 2016 que está a punto de terminar les cuento que fue un año bueno pero notablemente esforzado. Nadie pone en tela de juicio que toda cosa buena necesita un esfuerzo para concretarse y en este país aun más… Pero este año puso más de una vez a prueba el límite de mi voluntad.

Trabajos que se complicaron más de la cuenta, algunas obras que fueron responsablemente cumplidas pero que dieron pérdida. Parates en la toma de nuevas obras y mucho, pero mucho esfuerzo en la ampliación de la carpintería.

Sin lugar a dudas estos esfuerzos fueron todos ladrillos puestos unos sobre otros en la construcción de un camino próspero para la empresa en su conjunto. Pero les aseguro que más de una vez he transpirado más de la cuenta.

Haciendo un balance sincero y honesto yo diría que este 2016 que está a punto de irse ha sido una forja en donde por igual se ha hecho arder voluntad y esperanza para alimentar el candente fuego que va forjando el rumbo de la empresa y de nuestras vidas y se ha golpeado y golpeado sin parar durante todo el año para dar forma a esto que es mi sueño… Y si bien es verdad que el mazo dió señales de querer romperse o que nuestro brazo estuvo a punto de quedarse sin fuerzas una voluntad de acero (fruto de lo inculcado por mi padre y la suma de voluntades de mi gente) ha dado como resultado un buen año. No el mejor, no el que todos soñamos… pero sí uno bueno que cementará las bases de un inigualable 2017!

Quiero agradecer muy especialmente a todas las personas que me han dado su apoyo este 2016. Personas que sin conocerme me dieron su confianza para realizar sus proyectos.

En el año que se termina conocí a muchísimas personas buenas, a las cuales le estoy muy agradecido. Agradecido por dejarme formar parte en su justa medida de sus sueños y el de sus familias.

Simplemente…

 ¡MUCHAS GRACIAS Y LES DESEO UN EXCELSO 2017 PARA TODOS!

Alberto