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Este es un tema polémico ya que hay distintos modos de ver un asunto y tanto a mí como a cualquiera que lea este comentario es más que probable que al menos le haga ruido el que una persona desmerezca productos nacionales.

En ningún caso es mi querer el criticar por la crítica misma sino más bien mi deseo es el exponer un problema, el cual he charlado en incontables ocasiones con los departamentos técnicos de las químicas encargadas de proveer productos para la protección de los pisos de madera y es por esto que lo que voy a expresar en este post (que obviamente tan sólo es mi opinión) ya lo he hablado personalmente y lamentablemente no he recibido ninguna respuesta o solución a los problemas.

Para no dar más vueltas empecemos:

Los productos nacionales desde siempre han sido muy buenos, no sólo los que conciernen a las lacas sino a muchas otras cosas como la industria metalmecánica; pero es en los últimos tiempos (10/15 años) que los productos encargados de la protección de la madera y de los pisos de madera en particular han sufrido un verdadero retroceso en cuanto a su calidad (resistencia, terminación etc.).

Esto no quiere decir que sean malos sino más bien que mientras los productos importados de protección de la madera (por ejemplo los italianos) siguieron en un claro mejoramiento de calidad los nacionales se estancaron y en algunos casos retrocedieron un poco.

Este retroceso sin duda se debe a las múltiples crisis que ha sufrido el país a lo largo del tiempo pero hay algo más y es que el empresario argentino en vez de aumentar el precio o disminuir un poco su ganancia tienden a bajar la calidad de los productos, lo que a mi entender es un error fatal…

Pienso que uno siempre tenderá a pagar algo más por un buen producto; por lo tanto subir el precio de un producto que en verdad lo valga es una buena opción.

Mantener el precio, reducir la rentabilidad y aguantar el chubasco económico también puede ser una decisión estratégica que estoy seguro la inmensa mayoría valorará; eventualmente la crisis pasará y si las cosas se han hecho bien esa empresa tendrá un horizonte mucho más próspero para seguir apostando al futuro.

Lamentablemente acá no sólo se sube el precio de los productos sino que también se baja la calidad de los mismos, cuestión que cuando menos parece poco ética.

Claramente esto no se aplica a todas las empresas o químicas pero sí a su mayoría. Lo más perturbador de todo no es que este tipo de manejo lo hacen solamente las empresas más chicas que pelean día a día por mejorar y ofrecer mejores producto y un mejor servicio postventa sino que es exactamente al contrario; las empresas más grandes especulan con todo esto que estoy contando y esto es para mí -que estoy inmerso en el tema- mucho más indignante.

Yéndonos específicamente a los productos para proteger a los pisos de madera: los productos nacionales -si uno sabe separar la paja del trigo- debo decir que son buenos, y muchos de ellos responden con lo que prometen a precios razonables pero lamentablemente hoy por hoy no tienen nada que hacer contra los productos importados.

Las lacas italianas (que son las que más estoy trabajando en este momento) la verdad son excelentes. No es sólo que quedan bien sino que están armadas de tal forma que ayudan al aplicador en su aplicación (valga la redundancia). Por donde se las miren son muy buenas y si algo se les puede criticar es únicamente el precio, que comparado con las nacionales son bastante más caras.

Lamentablemente en una lucha 1 vs 1 de una hidrolaca nacional (aun la mejor) contra una hidrolaca italiana la nacional no tiene nada que hacer, soportaría hasta el segundo round y perdería por knock out con total seguridad.

Lo más loco de todo esto es que hace unos 15 años atras prácticamente no había diferencia entre una laca poliuretánica nacional y una importada y es ahí cuando pienso «¿qué nos pasó?» y si bien esto se lo puede atribuir a muchas cosas ninguna de las respuestas me deja satisfecho.

Finalmente mi política en todo esto es darle al cliente mi opinión sincera y que él pueda elegir la opción que más le convenga, en cualquier caso siempre -tanto yo como mi gente- ponemos el máximo esfuerzo en todo lo que hacemos. El precio es el precio y cado uno debe de ver hasta dónde se puede estirar pero la calidad y el empeño que uno pone en lo que hace siempre tiene que ser la más alta, no importando la laca ni el trabajo ¡pero si el material anda bien entonces no hay inconveniente en ofrecer un trabajo excelso!

Alberto