Los trabajos en obra tiene una particularidad, la cual a muchos contratistas se les hace insoportable mientras que a otros nos hace sentir bien el reto y esto es el que en las obras pocas veces las cosas son tan fáciles como parecen.

Una obra está lejos de ser un laboratorio en el cual todo está calculado y en el que todo sale según las reglas. Más bien es un lugar en donde todo el tiempo surgen imprevistos y complicaciones, los cuales si uno es un profesional y sabe de su trabajo para el cliente prácticamente pasarán inadvertidos.

En todo esto que cuento hay un factor fundamental y decisivo para que las cosas salgan bien y esto es la planificación. Planificación que parte desde el momento en que uno puede tomar contacto con la obra y ver qué va a necesitar.

Dos obras no son iguales y cada obra tiene particularidades que no podemos ignorar para que las cosas salgan bien y rápido. Por todo esto es muy importante para mí el ir a ver la obra personalmente y a razón de esto también para contratar un nuevo trabajo se ejecutan estos pasos:

1. Acordar telefónicamente una cita para poder ver la obra. Estas visitas de presupuesto tienen un costo pero el mismo es bonificable en caso de hacer cualquier trabajo con nosotros.

2. Ir personalmente a ver la obra sacando fotos, tomando medidas y mediciones, lo que nos ayuda a cotizar bien el trabajo.

3. Pasar el presupuesto por escrito por mail para que quede claro todo lo que se debe hacer y cómo hacerlo.

4. Recibir el adelanto del 50% para fijar la fecha de comienzo de la obra y congelar el presupuesto.

5. Ejecutar el trabajo.

6. Cobrar el 50% restante al finalizar los trabajos.

Si bien es cierto que para cierto tipo de trabajos -como por ejemplo el pulido y plastificado– podemos darle un presupuesto estimativo por teléfono o mail (el cual suele ser bastante preciso) siempre para poder darle el presupuesto definitivo y oficial por escrito y confirmar el trabajo en caso de estar de acuerdo necesitaremos ir a ver su trabajo.

Estos son básicamente los pasos que llevamos a cabo para cualquier obra que tomamos pero si nos fijamos bien todo comienza con ver el trabajo en sí. No sólo para poder presupuestarlo sino también para que pueda aclarar sus dudas y ver si sé de este oficio o sólo soy un improvisado.

No hay nada mejor que empezar con el pie correcto para que las cosas salgan bien y para esto nada mejor que ver el trabajo a realizar personalmente.